Las torretas de enjuague poseen un sistema eléctrico semiautomático (cuando es provisto) que ajusta la altura de las pinzas de agarre a medida que las botellas van pasando sobre la cinta transportadora. Luego las botellas se ajustan a la posición de las pinzas, las cuales agarran las botellas firmemente al rededor del cuello (cuello a pico). Las botellas más pesadas se levantan de la base con la ayuda de un soporte.
Durante la rotación del carrusel, las pinzas rotan por medio de una guía tubular y luego son guiadas hasta la boquilla de lavado. Cada máquina está hecha de acero inoxidable de calidad AISI 304 (disponibles en acero inoxidable de calidad AISI 316 a pedido).
Las piezas plásticas están fabricadas de materiales aptos para su contacto con alimentos. Una válvula solenoide de intercepción del fluido de enjuague interrumpe automáticamente el flujo cada vez que la máquina se detiene y lo reactiva cuando la máquina se reinicia. Además de la boquilla fija tradicional, disponemos de un sistema de boquilla móvil (opcional) que es capaz de profundizar el lavado de las botellas, ya que la boquilla se introduce en su interior.
También disponemos de un segundo ciclo de enjuague y secado, conocido como el tratamiento doble. Luego del enjuague, continúa la fase de «escurrido», la cual finaliza cuando la pinza de agarre comienza a rotar nuevamente hacia abajo, posicionando a las botellas en la estrella que las llevará nuevamente a la cinta transportadora con dirección a la torreta de llenado.
El sistema de inyección de la máquina está construido para evitar que la fase inyección se inicie sobre las pinzas cuando una de ellas, por cualquier motivo, no lograra levantar su botella correspondiente. Este dispositivo evita cualquier salpicadura ascendente que pudiera mojar tanto a la máquina como al área circundante.
Las funciones de la máquina de inspección son bastante similares. Las botellas, estando llenas y tapadas, se dan vuelta con el pico hacia abajo usando el mismo mecanismo de la máquina de enjuague. Esta maquinaria, que no posee una válvula de lavado, sirve para establecer si la botella contiene algún objeto extraño en su interior. Una vez que las botellas se dan vuelta con el pico hacia abajo, pasan en frente de un panel con lámparas luminosas. En el caso de detectarse alguna anomalía, la botella es descartada del ciclo de producción.